Boletín CF+S > 10 -- Especial: SEGUNDO CATÁLOGO ESPAÑOL DE BUENAS PRÁCTICAS > http://habitat.aq.upm.es/boletin/n10/almec.html |
Edita: Instituto Juan de Herrera. Av. Juan de Herrera 4. 28040 MADRID. ESPAÑA. ISSN: 1578-097X
Luis Mecati Granado
Director del Departamento de Ordenación del Territorio y Medio
Ambiente de la Federación Española de Municipios y Provincias
(FEMP).
Madrid, julio de 1999
La celebración en 1999 de los veinte años de la constitución de los
Ayuntamientos democráticos incita a reflexionar sobre cual ha sido
el papel que dichas instituciones han desarrollado en el proceso de
modernización de nuestro país y de plena integración en la
estructura de la Unión Europea.
Esta aportación ha sido mucho más importante en tanto se refiere a
conceptos y políticas que han ido adquiriendo un desarrollo
transcendental en los últimos años como son el medio ambiente, las
políticas de transporte los servicios al ciudadano y la integración
social.
Para la mayoría de los ciudadanos de la Unión Europea una de las
principales preocupaciones es la de la conservación del medio
ambiente. Algunos autores definen la preocupación por el medio
ambiente como una de las "causas nobles" de nuestro tiempo [Martín
Retortillo , 1994].
Esta preocupación ha superado el concepto de moda para pasar a ser
un elemento imprescindible en cualquier actividad económica, en los
medios de comunicación, en el conjunto de la sociedad con especial
incidencia en los responsables políticos y en la adopción de
cualquier iniciativa legislativa que tenga consecuencias para el
medio ambiente.
La Administración Local como administración próxima y receptiva a
cualquier demanda ciudadana ha sido permeable a esta inquietud
social protagonizando acciones que en muchos casos han sido
pioneras en el desarrollo de políticas ambientales, que se han
visto avaladas por reformas normativas recientes, como la recogida
selectiva de residuos, los planes estratégicos de actuación
ambiental, y la utilización de materiales reciclados en el
funcionamiento habitual de sus instituciones.
Esta situación está favoreciendo el desarrollo de políticas
ambientales municipales, sustentadas en campañas como la impulsada
por la Unión Europea y el Consejo de Municipios y Regiones de
Europa, denominada "Ciudades Sostenibles", que favorecen el
desarrollo de iniciativas locales tendentes hacia una mayores
pautas de sostenibilidad, en el contexto de desarrollo sostenible
que reclama la Comunidad Internacional como estrategia mundial para
la conservación de nuestro planeta.
Numerosos estudios realizados, entre otros uno recientemente
elaborado por la UNESCO en las principales ciudades europeas,
sobre el grado de satisfacción que le produce al ciudadano vivir en
su ciudad, reflejan que el problema de la protección del medio
ambiente aparece como uno de las principales causas de preocupación
junto a los de tráfico, la inseguridad ciudadana, el transporte, el
coste de la vida y los problemas del acceso a la vivienda.
Lo realmente novedoso de la problemática ambiental reside
principalmente en los recientes descubrimientos que confirman la
gravedad de los problemas acumulados en este campo, y en el debate
sobre la amplitud y alcance de las transformaciones a introducir en
los patrones del desarrollo actual.
Si durante miles de años las propias limitaciones del desarrollo
social le hicieron compatible con los equilibrios básicos de la
Biosfera, la actual presión ambiental inducida por la acción de los
seres humanos sobre el planeta amenaza con desbordar su capacidad
de carga.
Los viejos impactos locales se han desbordado y se interrelacionan
ya con una serie de problemas ambientales de carácter global entre
los que destacan los siguientes: El cambio climático, la reducción
de la capa de ozono, la deforestación, la perdida de biodiversidad
terrestre y marítima, el crecimiento exponencial de la población
mundial, una estructura de producción y consumo con patrones de
creciente utilización de recursos y generación de desechos, una
organización de lo social en el ámbito mundial con una desigual
distribución de la riqueza.
Aunque desde hace años que se alzan voces advirtiendo sobre los
peligros de desbordamiento de los límites ambientales del Planeta.
Sin embargo sólo han pasado unos 25 años desde que se han empezado
a desarrollar las primeras legislaciones en Estados Unidos sobre la
necesidad de considerar los impactos ambientales. Desde entonces la
toma en consideración de la problemática ambiental por parte de los
principales organismos internacionales se ha acelerado y ha
fructificado en el desarrollo de políticas estatales, regionales y
locales de protección del medio ambiente.
Hoy más que nunca el mundo se globaliza, organiza y gestiona a
través de una red de sistemas urbanos que a su vez concentra los
principales centros de información y decisión, residencia,
producción, distribución y consumo del Planeta. De cómo se
interrelacione esta red, como se interrelacionen las estrategias
globales y locales, y como se configuren los próximos patrones de
comportamiento de sus poblaciones urbanas en los próximos decenios,
con relación a su compatibilidad con los equilibrios ambientales,
sociales y económicos, dependerá en gran medida las condiciones de
vida y supervivencia inmediata del Planeta.
La Conferencia de Río de 1992 y el V Programa Comunitario han
impulsado el debate en la sociedad europea sobre la necesidad de
establecer nuevas políticas generales y locales orientadas hacia la
sostenibilidad. Y el hecho de que en la unión Europea el 80% de su
población ya viva en ciudades induce a que muchos de sus problemas
tengan una fuerte relación con los de nuestras sociedades urbanas.
En los últimos años, al calor de la acción combinada de ciertos
programas institucionales y de las organizaciones no
gubernamentales más activas en estos temas, diversas
organizaciones, municipios y ciudades han desarrollado toda una
serie de experiencias locales tendentes a avanzar hacia la
sostenibilidad local.
La propia Unión Europea ha impulsado el "Grupo de Ciudades
Europeas hacia la Sostenibilidad", que se ha desarrollado en torno
a los principios recogidos en la "Carta de Aalborg" suscrita el 27
de mayo de 1994, por 80 municipios europeos. Para estos municipios
"La sostenibilidad ambiental significa preservar el capital
natural. Requiere que nuestro consumo de recursos materiales,
hídricos y energéticos renovables no supere la capacidad de los
sistemas naturales para reponerlos, y que la velocidad a la que
consumimos recursos no renovables no supere el ritmo de sustitución
de los recursos renovables duraderos. La sostenibilidad ambiental
significa asimismo que el ritmo de emisión de contaminantes no
supere la capacidad del aire, del agua y del suelo de absorberlos
y procesarlos. La sostenibilidad ambiental implica además el
mantenimiento de la diversidad biológica, la salud pública y la
calidad del aire, el agua y el suelo a niveles suficientes para
preservar la vida y el bienestar humanos, así como la flora y la
fauna, para siempre" [1].
Pero el concepto desarrollo sostenible reclama una mayor equidad y
justicia, una visión integrada del desarrollo en contraste con la
tradicional sectorialización de las políticas ambientales. El
desarrollo sostenible no es un concepto exclusivamente ecológico,
sino que tal como plantea el Banco Mundial es un triángulo de
equilibrios entre lo ecológico, lo económico y lo social, cuyo
resultado es la solidaridad.
La sostenibilidad local requiere de un proceso planificado de
actuación que debe implicar a toda la actuación municipal en la
toma de decisiones y que requiere una retroalimentación y
evaluación constante.
La concertación de actuaciones desde una perspectiva municipal es
un criterio importante a la hora de establecer un programa para un
desarrollo sostenible. Cada ciudad ha de tener autonomía para
autoorganizarse y para establecer proyectos de actuación y modelos
de gestión. Pero estas competencias deben ser compatibles con la
necesaria coordinación con otras estructuras territoriales fruto de
las externalidades que cada ciudad genera en su actividad diaria.
La implantación de la Agenda 21 Local requiere sistemas innovadores
de gestión municipal que favorezcan la información y la
participación ciudadana, que integren la variable ambiental en el
proceso de toma de decisiones sobre la base de elementos objetivos
que permitan evaluar su eficacia en la consecución de objetivos.
Los avances producidos en nuestro país son importantes a finales de
1998 más de 60 Corporaciones Locales habían suscrito la Carta de
Aalborg [2], comprometiéndose a adoptar estos planes en sus
respectivos municipios. Ciudades que han suscrito esta Carta han
obtenidos distinciones europeas y mundiales Calvià, Premio Europeo
Ciudad Sostenible 1997, otorgado por la Unión Europea; Málaga ha
sido distinguida con uno de los diez premios a las mejores
practicas mundiales otorgado por la Organización de Naciones
Unidas, habiendo alcanzado nuestro país la calificación de "Best"
para otros dieciocho casos incluidos entre los 100 mejores
mundiales.
El fin de la planificación del espacio es regular en interés
público el uso del suelo. Las autoridades locales deben aprovechar
las oportunidades que ofrecen las concentraciones urbanas más
grandes de proporcionar eficaces servicios públicos de transporte
y de suministro de energía, manteniendo la dimensión humana de un
desarrollo económico equilibrado.
El concepto de interdependencia regional sostenible debe permitir
equilibrar los flujos entre el campo y la ciudad e impedir a las
ciudades una mera explotación de los recursos de las zonas
periféricas.
Breheny [Breheny , 1994] propone la siguiente definición de
capacidad ambiental a efectos de planificación del espacio:
"La planificación en relación con la capacidad ambiental requiere
la determinación del máximo nivel de desarrollo que un entorno
local (población, ciudad, región) puede sustentar indefinidamente,
manteniendo al mismo tiempo dentro del mismo el capital natural
crítico y constante y el inapreciable capital construido por el
hombre"
El compromiso con el desarrollo sostenible implica aumentar la
prioridad concedida a las consideraciones ambientales en la
formulación del planeamiento urbanístico y en la toma de decisiones
de planificación.
Son necesarias mejoras tecnológicas y un cambio de los combustibles
con el fin de reducir las emisiones producidas por todo tipo de
vehículos de motor. Las autoridades locales tienen una excelente
oportunidad para incorporar a los sistemas de transporte colectivo
y a sus flotas de automóviles la introducción de nuevas tecnologías
más respetuosas con el medio ambiente.
Lograr estos objetivos exige enfoques integrados que combinen la
planificación del transporte, del medio ambiente y del espacio. Por
otra parte, es muy importante implicar a los ciudadanos en estas
políticas, que deben convertir a los usuarios del transporte en
elementos activos de esta políticas asumiendo los costes sociales
y ambientales del transporte urbano.
Para mejorar la accesibilidad en las ciudades es necesario lograr
una mayor coordinación entre las distintas estructuras
administrativas que intervienen en el sector y entre el sector
público y privado.
Para S. Rueda [Rueda , ?] "La ciudad es un ecosistema, especial si
se quiere, pero ecosistema al fin y al cabo. El ecosistema es el
nivel de organización y de estudio de la ecología. Como todo
ecosistema, contiene una comunidad de organismos vivos, donde
predomina el hombre, un medio físico que se va a transformar, fruto
de la actividad interna, y un funcionamiento basado en intercambios
de materia, energía e información".
Existe una relación intrínseca entre la problemática de
mantenimiento de los recursos naturales, el consumo de energía y la
generación de residuos. Las ciudades son consumidoras de altas
cantidades de energía, que desempeña un papel importante en el
funcionamiento de los sistemas urbanos. Cuanto mayor es el consumo
de energía, mayor será la necesidad de recursos naturales para
sustentar la producción de energía y por lo tanto mayor será la
cantidad de residuos acumulados. Por lo tanto a la hora de abordar
un problema específico, las opciones de actuación deben resolver el
resto de los problemas.
El objetivo de la gestión sostenible en relación con el aire es
garantizar su calidad, en relación con el suelo, la flora y la
fauna es aumentar la proporción de los ecosistemas naturales e
incrementar su proporción en las ciudades. En relación con el agua
se debe proceder a políticas que favorezcan una utilización
racional de este recurso teniendo en cuenta la limitaciones
climáticas de nuestro país. La recogida de agua de lluvia para usos
secundarios y el reciclado de las aguas residuales domésticas
constituyen medidas importantes para conseguir este objetivo. Por
otra parte es necesario minimizar los efectos que nuestro sistema
de vida tiene sobre las aguas.
En cuanto a las políticas energéticas es necesario favorecer un
mayor ahorro energético, cuya clave reside en la colaboración
ciudadana y de los sectores económicos para tal fin. Por otra
parte, será necesario incrementar la producción de energías
alternativas más respetuosas con el medio ambiente.
Las Corporaciones Locales deberán buscar sistemas de creación de
empleo a través de medidas ambientales, fomentar el respeto al
medio ambiente por parte de las empresas privadas que desarrollan
su actividad en los distintos municipios y provincias, incentivar
la implantación de sistemas de gestión ambiental en las empresas
privadas y en las propias corporaciones locales y empresas públicas
vinculada a ellas.
Otra tarea importante a abordar en los próximos años será la de
tomar en consideración las consecuencias ambientales, sociales y
económicas de las decisiones que se adopten en materia de
suministros, contratos públicos y apoyo a empresas. Por otra parte
será necesario potenciar los criterios sociales y ambientales en la
política de planificación de inversiones públicas.
En materia de política fiscal se deberá favorecer una reforma de la
política tributaria que reduzca los impuestos sobre el empleo y que
aumente los que gravan actividades como el uso de la energía, el
agotamiento de los recursos y la generación de residuos.
La "Declaración de Estambul sobre los Asentamientos Humanos"
[Ministerio de Fomento (ed.) , 1997] y el programa Hábitat
establecen:
"Reconociendo que las autoridades locales son nuestros
colaboradores más cercanos, esenciales para poner en práctica el
programa Hábitat, teniendo en cuenta el ordenamiento jurídico de
cada país, debemos promover la descentralización por conducto de
autoridades locales democráticas y fortalecer sus capacidades
financieras e institucionales de forma acorde con la situación de
los países, velando al mismo tiempo porque sean transparentes,
responsables y por que respondan a las necesidades de la población,
que son requisitos esenciales de la acción de los poderes públicos
a todos los niveles. También aumentaremos nuestra cooperación con
los parlamentarios, el sector privado, los sindicatos y las
organizaciones no gubernamentales y demás organizaciones de la
sociedad civil con el debido respeto de su autonomía. Mejoraremos
asimismo la condición de la mujer, y alentaremos a las empresas del
sector privado a que efectuen inversiones social y ambientalmente
racionales. La acción en el plano local se debe orientar y
estimular mediante programas locales basados en el Programa 21".
La propia Comisión Europea, en una Comunicación de 1998 denominada
marco de Actuación para el Desarrollo Urbano Sostenible en la Unión
Europea, considera:
"Que el buen gobierno de la ciudad y la participación ciudadana son
factores de vital importancia para elevar la calidad de vida en las
ciudades y para gestionar estas de forma más sostenible".
De cara a la gestión de las políticas medio ambientales, las
Corporaciones Locales deberán incrementar su protagonismo en las
políticas regionales, estatales y europeas, fomentado la
integración de las políticas y la sinergia entre los distintos
niveles de gobierno y dentro de las propias Corporaciones Locales
entre las distintas áreas de actuación de las mismas.
Por otra parte, será necesario favorecer enfoques innovadores que
faciliten la participación y responsabilidad ciudadana en los
procesos de toma decisiones. Fomentar el desarrollo de experiencias
innovadoras en política ambiental que contribuyan a incrementar la
calidad de vida y la eficacia de los gobiernos locales, y
constituir redes de ciudades que faciliten el intercambio de buenas
prácticas.
Para contribuir a involucrar a los ciudadanos en la toma de
decisiones será importante favorecer el acceso de los mismos a la
información en materia de medio ambiente. De esta forma,
convertiremos este derecho en un instrumento esencial para la
transparencia del gobierno local y se recuperará la ciudad como un
proyecto común de todos los ciudadanos.
Comisión Europea (ed.) (1998) "Ciudades Europeas Sostenibles" (Grupo
de Expertos sobre Medio Ambiente Urbano. Luxemburgo: Oficina de
publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. Luxemburgo
1998) .
VVAA "CEMR Local Agenda 21 Basic Guide". (Editado por el Consejo de
Municipios y Regiones de Europa y la Campaña Europea Ciudades
Sostenibles) .
Ministerio de Fomento (ed.) (1997) (Declaración de Estambul sobre los
Asentamientos Urbanos y Programa de Hábitat. Ministerio de Fomento.
Serie Monografías. Centro de Publicaciones 1997. Madrid) .
VVAA (1996) Derecho del Medio Ambiente y Administración Local.
(Editorial Civitas) .
VVAA (1998) Eines per a una gestió municipal cap a la
sostenibilitat. La pràctica diària de La Agenda 21 Local. (Editado
por Xarxa de Ciutats i Pobles cap a la Sostenibilitat y la
Diputació de Barcelona. Área de Medi ambient) .
VVAA (1998) Guía Europea para la Planificación de las Agendas 21
Locales. (Editada por el I.C.L.E.I y BAKEAZ (Centro de Documentación
y Estudios por la Paz). Bilbao 1998) .
VVAA (1990) Libro Verde del Medio Ambiente Urbano. (Comisión de las
Comunidades Europeas. Oficina de Publicaciones Oficiales de las
Comunidades Europeas. Luxemburgo 1990) .
VVAA (1997) Recursos Mundiales. La guía Global del Medio Ambiente.
El Medio Ambiente Urbano. (Ecoespaña Editorial. Ministerio del Medio
Ambiente) .
Vid. Lorenzo Martín Retortillo (1996) "Administración Local y medio
ambiente" (en Derecho del Medio Ambiente y Administración Local.
Editorial Civitas, página 24) .
Breheny M. (1994) "Planning the sustainable city region". (In Town &
country Planning. April pp 71-75) .
Rueda Palenzuelo, Salvador Ecología Urbana (Beta Editorial) .
Ministerio de Fomento (1997) Declaración de Estambul sobre los
Asentamientos Humanos. Apartado 12 de la Declaración final de la II
Conferencia de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Hábitat
II). (Estambul, Junio de 1996. Edición Monografías del Ministerio de
Fomento 1997, página 12) .
Fecha de referencia: 31-7-1999
Boletín CF+S > 10 -- Especial: SEGUNDO CATÁLOGO ESPAÑOL DE BUENAS PRÁCTICAS > http://habitat.aq.upm.es/boletin/n10/almec.html |
Edita: Instituto Juan de Herrera. Av. Juan de Herrera 4. 28040 MADRID. ESPAÑA. ISSN: 1578-097X
Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda |
Buenas Prácticas |
Documentos |
Boletín CF+S |
Novedades |
Convocatorias |
Sobre la Biblioteca |
Buzón/Mailbox
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
—
Universidad Politécnica de Madrid
Grupo de Investigación en Arquitectura, Urbanismo y Sostenibilidad
Departamento de Estructuras y Física de la Edificación
—
Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio