NICOLÁS EYMERICH, INQUISIDOR
NICOLÁS EYMERICH, INQUISIDOR Valerio Evangelisti
Título original: Nicolas Eymerich, inquisitore
Año de publicación: 1998
Editorial: Mondadori
Colección: ---
Traducción: Francisco Amella
Edición: marzo de 1999
Páginas: 303
ISBN:
Precio: 7,20 EUR
Comentarios de: Alfonso Merelo

Es el primer libro que leo de este hombre, y como no me obliguen a ello, me parece que el último. Al parecer Mondadori va a editar una serie de este autor y referida al mismo personaje, el Inquisidor General de Aragón, Nicolás Eymerich.

En primer lugar decir que la novela transcurre en tres momentos diferentes, el siglo XIV, el presente, mas o menos, y el futuro del siglo XXII.

Los psiones, partículas generadas por el cerebro humano que enlazan la mente con leyes encuadradas dentro de la física cuántica, son las que relacionan las tres épocas.

Debido a esto se producen constantes cambios de escenario que creo que no están bien desarrollados. Bien es cierto que al final queda todo explicado, pero es que los saltos constantes y cambios de escenario no aportan absolutamente nada a las historias diferentes que se van narrando. Son saltos aleatorios al final de los capítulos que, si lo que querían era mantener la tensión del lector, deshacen la narración.

Evidentemente y si vas un poco listo te das cuenta de por donde van a ir los tiros. Si el autor intentó ocultar datos al lector, para conseguir una sorpresa final, que no es tal, en mi caso no la ha logrado. Lo único que ha conseguido es hacerme farragosa la lectura.

El intento de hacer explicable la magia desde el punto de vista científico (recurso ya empleado otras veces y que por ejemplo esta mucho mejor incorporado en LAS PUERTAS DE ANNUBIS, con esa mezcla de tecnología y magia que se emplea) no está desarrollado de ninguna de las maneras y pese que la idea no me resulta desagradable, la explicación pseudocientífica de un imaginario en el cual pueden ser proyectados los pensamientos conscientes de los mediums me chirría tremendamente. Tal y como nos cuentan, la magia no existe. Es una consecuencia de unas propiedades físicas inventadas, que producen una serie de fenómenos que en el caso del siglo XIV son interpretados como magia diabólica. En CUARENTENA, y sin inventar ninguna partícula inexistente, Egan hace lo mismo con mucho mas estilo.

La parte protagonizada por el Inquisidor es la que mas me ha gustado. Puesto que desconozco cuanto se ha documentado Evangelisti sobre la época, y además tampoco conozco el marco histórico de referencia, no puedo juzgar si los hechos que transcurren en el pasado pueden ser reales, y con esto me quiero referir a si el Reino de Aragón estaba así organizado y la Inquisición hacía así las cosas. Sin embargo, me ha parecido verosímil. El marco histórico que ha elegido parece bastante adecuado para una historia de magia-terror.

Los capítulos que se desarrollan en el futuro, en una nave psiónica concretamente, son espantosos. Unos personajes arquetípicos mal dibujados, como el capitán de la nave, un Acab de 3ª categoría, o el navegante un monje medium, con un tremendo parecido a los navegantes de DUNE, no en el físico sino en la manera de comportarse. La nave parece el Bounty, con un capitán despótico y unos tripulantes que son calcos de los marineros literarios del siglo XVIII. Son pura carne de cañón, nada de especialistas instruidos, sino pobres diablos enrolados en una nave en la que se dedican a limpiar el suelo o acarrear carga.

En definitiva yo no la recomendaría, pero si os gusta la novela histórica se le puede echar una visual

© Alfonso Merelo, (563 palabras) (Lista de #ciencia-ficción) Créditos